domingo, 29 de noviembre de 2009

Escritura manuscrita cursiva (trazo itálico)

por Horacio Anguita

Es todo un tema, el de la escritura caligráfica. Cuando yo era chico había una materia en el primario “Caligrafía”. Si bien, por supuesto, existían las estilográficas (estamos hablando de 1957, momento en el que cursaba 1er. grado superior) en el pupitre había un tintero, donde se mojaba la “pluma cucharita” (ver foto). Cuando se aplica en un plumín de ésos, flexible, cierta presión, se abre la punta y se ensancha el trazo. De ese modo se logra la escritura caligráfica (ver fotos) que caracterizaba lo clásico de la afición epistolar (escribir cartas manuscritas) de todo el siglo XIX y primera mitad del XX. Hacer buena letra…

Plumas cucharita

Hoy día, para caligrafía, uno puede conseguir:
Lapiceras Lamy Joy, que vienen en varios trazos (1.1 1.5 y 1.9 mm), lo mismo las Rotring ArtPen, que también tienen en varios anchos de plumín. Ambas, Joy y ArtPen, tienen una punta que en inglés llaman “stub”, cuya traducción sería “corta” o mejor “recortada” (ver foto).

Lamy Joy

Cuando uno hace un trazo horizontal con un plumín “stub”, se trata de una línea más bien fina, que se ensancha cuando la dirección es de arriba a abajo. No es el mismo efecto de un plumín flexible, como el de las “cucharita” y de algunas estilográficas de los años 30 y 40, pero la escritura tiene una enorme personalidad y belleza. (ver fotos) Richard Binder es un “nib master” (“maestro en plumines”) con una página WEB impresionante, de la cual merece ser visto un artículo donde se refiere a la diferencia entre “itálica” y “flexible”. El plumín “itálico” (“cursive italic”, lo llama él) no es muy diferente al “stub”. En ambos, el trazo horizontal es más fino que el vertical. Vistos con una lupa de 20 aumentos, ambos se presentan “chatos” vistos desde arriba, la diferencia es cuando se los mira de costado, el “cursive italic” aparece levemente engrosado en la punt
a.
Ejemplos de “Stub”

Es posible comprar desde aquí, por Internet, plumines Pelikan M200, fáciles de intercambiar (adaptan en las Pelikan M200 y M400). Los bañados en oro cuestan U$S50 cada uno. El costo del correo internacional por el que llega es de U$S35. Pagan derechos de importación del 50%. Traer dos, como yo hice, termina saliendo unos U$S100 cada uno. Es carísimo, pero la escritura con estos plumines es impresionante.

En YouTube hay videos, como el de John Mottishaw:
http://www.youtube.com/watch?v=wN8wNqGy6O0 (ver pestaña a la derecha“more MottishawNibs”).

En su sitio, http://www.nibs.com, hay muy buena información y muestras: http://www.nibs.com/writing_samples.htm

Como introducción a este tema, estaría incompleto ésto sin hacer referencia a la posibilidad de confeccionar uno mismo un plumín itálico, cosa a la que personalmente me aventuré. El consejo es intentar con un plumín de acero, y no de oro 14K o 18K, para comenzar. La Parker Vector, por ejemplo, es una muy interesante pluma para hacer esta experiencia:

Hay que conseguir una piedra de afilar del grado más fino que se pueda, las piedras de Arkansas, suelen ser caras. Personalmente usé una piedra que se vende en las armerías como para afilar anzuelos. Lo primero que se talla es el extremo, sosteniendo bien perpendicular a la piedra la lapicera, como dice el artículo que se adjunta “hacer_un_plumin_italico.pdf” http://www.marcuslink.com/pens/nibs.html (espero que se den maña con el inglés, también se puede traducir con Google Translator la traducción por momentos es insólita y errónea, pero pasando el mouse sobre el texto de ese archivo MHT, se puede ver el original en inglés).

Luego tallar la convexidad semiesférica de la punta inferior del plumín, la que toma contacto con el papel al escribir. Hay que mocharla totalmente (ver foto).

Plumín corte longitudinal
El resto consiste en redondear las aristas. Es indispensable contar con una lupa o cuenta-hilos de 20 aumentos, para ajustar todo el trabajo. Usé un poco de aceite “Johnson’s” para bebés como lubricante. Para darle terminación al trabajo usé una piedra muy lisa que había encontrado en una playa, de una dureza semejante al mineral calcita. El mismo efecto podría obtenerse, me parece, con un trozo bien liso de mármol.

Personalmente, mi primera experiencia fabricando una itálica (una “stub”), fue con una Sheaffer Nononsense (ver foto).

Sheaffer Nononsense
Esta Sheaffer todavía puede conseguirse en algunas librerías, venían en una variedad impresionante de colores.

Sheaffer Nononsense colores varios
Hace muy poco me atreví a tallar un plumín que originariamente llevaba la graduación “BB”, es decir, “double broad” (“doble ancho”). Como resultado del tallado y pulido quedó un poco menos ancho, digamos, un “B” itálico (ver foto).

Plumín Pelikan M800
Una muestra de cómo escribe:

Muestras de la página http://www.nibgrinding.com/

Bueno, ahora sí, hasta el próximo artículo... Agradeceré los comentarios recibidos en el blog sobre este informe.

Horacio Anguita

Referencias:
Artesanos en EEUU que convierten plumines comunes a itálicos.

Plumas con plumín itálico que se pueden conseguir en la Argentina:
  • Lamy Joy (hay un juego de tres plumines 1.1, 1.5 y 1.9 con un solo cuerpo).
  • Rotring Art Pen trazos 1.1, 1.5, 1.9 hay que buscarlos.
  • Pilot Caligraphy juego de cuerpo y 3 plumines itálicos.
Tintas de calidad sobresaliente:
  • Negro, marca Aurora.
  • Azul-negro, marca Waterman.
  • Sepia, marca Waterman Havana.